Como gélidos páramos australes
siento sus ojos cuando miran,
paralizan mi alma apasionada
estrujando un corazón que sí palpita.
Allí donde el día también es noche,
donde el ánimo decae sin melodía,
se encarcelan ansiosos sentimientos
que junto a seres gélidos habitan.
Corazón de puro invierno
entonando oculta una canción lamento,
como de hielo que nunca se derrite.
Canción que nunca nadie escucha,
canción de invierno,
canción sin sentimiento.