LA QUEJA
Escudriñando entre tus ojos vi. que eres una ingrata, ¿quién lo pensara? Sabes bien que jamás os engañara me quieres pero te mofas de mí. Solo en poesía canto mi queja, Solo en verso le digo que la quiero Que a su reproche siento que me muero Y en su desdeño siento que me deja. Quisiera escapar, resurgir corriendo, No puedo pensar, soy aborrecible Porque en su desprecio no me es posible Pensar casi en nada… y no te entiendo. No tengo en quien poner ni dar mi queja Solo a Jesús, me pongo de rodillas, El sabe unas, todas las penas mías no quiero ofender, al decir pendeja. ¡Es solo expresión! Y ya nada espero tenemos una vida recorrida, el mutuo descontento de una vida la muerte, treinta años, de que te quiero. No me acompaña mi lira, es mi llanto, No te canto, el mar es quien hace ruido, Por tu herida, exime al que te ha querido con amor olvida, al que te amó tanto. Ciego voy por la claridad del mundo, En mi inquietud secreta lloro solo Soy roña para la mujer que adoro Sin embargo quedo meditabundo. Rafael Mérida Cruz-Lascano