Paso ya nuestro tiempo
En las esteras de pasión.
Pasaron los gemidos, las caricias,
Las cobijas en el piso tiradas
Pasó tu cuerpo por el mío
Y dejo a su paso beatitudes.
Mientras degusto este vino
Siento deseos de volver a vivir
Aquellos instantes eternos
Cuando tu piel tocaba mi piel…
Mas la llama la extinguió tu traición
Dejo en mi, algunas penas,
Sañas al ver tu cuerpo sobre el de ella
En esas mismas esteras
Que tiempo atrás compartimos.
Ahora revive en mí el deseo,
Mientras me termino la copa,
De sentir de nuevo tu piel
De sentir tus labios sobre mí,
De acariciarte al amanecer,
En la bañera, en la silla, en la mesa…
Y en cada rincón de este cuarto,
Desde tu traición, solo e insoportable.
El fuego extinto ha vuelto a arder,
Es tu cuerpo el que quiero morder
Como quien muerde a la culebra en la boca
Sin importarle que la vida pueda perder,
Es mi piel que por la tuya está loca,
Mas acalla orgullosa.