Desolada mi alma
te busca por todos los caminos
y parece que te escondes
me llamas, mas no te hallo.
Y parece que te toco, etérea,
parece que te miro, mi transparente
me reflejo en tus ojos
y me veo triste y silencioso.
Te nombro con todos los nombres
que te desconozco
apuesto que estás allí,
y palpito, pierdo, quiero sonreír
porque pienso que te cruzas
que penetro tu piel de atardeceres
de desolado olvido.
Despierto y aún creo que eres real
no dejo que me dejes
creo oírte decir que por fin
te quedarás con mis deseos
con mis dolores y angustias
e intento abrazarte como abrazo
cualquier misterio
pero eres inmensa, portentosa,
yo, dimensión relativa, diminuto.
Pero debo volver, des inventarte
dejar de pensarte, dejarte ir,
tal vez otro, algún desafortunado
te halle y dejes que te ame.
Mientras tanto toma mi mano
alivia mis tropiezos, evita que te crea,
llévame al otro lado de tu presencia
a las realidades que detesto
deshabítame, engañosa
libérame, vaporosa tirana
olvídame, que yo no haré lo mismo.