Cada 30 de febrero
Ven a verme en silencio,
Cuando el sol ya no es más.
Cuando la luna es la reina en los cielos,
Ven a verme cuando finalice el día.
Cada noche que sea día en tu calendario,
Cuando las horas sean dátiles de ensueño,
Volando hacia costas lejanas olvidadas ya.
Cada momento cuando finalice el mes siguiente.
Llámame cuando la ausencia este ausente
Y cuando la soledad pueble tus noches.
Búscame cuando no quieras verme y me haya ido ya,
Y así acordamos con un café y el tinte rojo de tu labial.
Espérame cuando sea la hora en que corras lejos,
Ven a verme cuando el reloj haya marcado las veinticinco.
Ven a tocar mi puerta y decirme lo mucho que me amas,
Un 30, en febrero.
24/01/13
2:22 pm