¿Por qué te detienes?
¿Cuál es el verdadero miedo?
No me temas a mí
Témete a ti mismo.
¿Yo miedo? ¿Para qué?
De qué podría huir ahora,
Escapar no soluciona
¿Disfrutar sin compromisos?
Dime pues
¿De dónde obtienes los derechos?
Qué fácil es andar por la vida,
Acariciar las flores del jardín,
Cortarlas, llevarlas contigo
Y luego olvidarlas,
Dejar que se sequen
Y no darles una sola gota de agua.
Quizá te sientas feliz
Y quizá sólo mientras ellas viven,
Porque cuando llegas a tu alcoba,
El lugar donde estás contigo,
No encuentras más que un cementerio,
El regocijo de amores fríos
Y ahí tu compañera fiel,
Mírala, dulce melancolía,
Tan fina, vaga y profunda,
Desearás haber regado
O al menos una gota de agua regalado,
Desearás haber probado
La cortadura más estrecha
De la afilada espina de una flor con vida
Observa mis manos,
Recorre mis espinas,
¿No son a caso mis heridas
Las mismas que mis defectos?
Así pues,
te propongo un convenio
fructífero y suculento,
observa tus manos,
recorre tus espinas,
y entonces,
sólo entonces
déjame tocar tus desperfectos
y rocíar día a día
cada uno de tus sueños....