Tiemblan las ventanas de las casas
y el viento gélido
rasguña la noche
y la hiere
y su condensada sangre espectral
se acomoda en los rincones de las calles
y se confunde
con la oscuridad enmohecida.
Viento
congela mi pasado
¡quiébralo!
En esta noche
quiero dejar la sensación de sentir frío
y sentir recuerdos,
pero los recuerdos
no son una sensación.