Por segunda vez:
A MI MADRE
Y esta vez:
POR MI MADRE
Madre,
¡Heme aquí!, recordando,
rememorando y evocando
nuestro breve y feliz tránsito
por aquella calle
en la que aún sigo dando pasitos.
En la que por sólo mil bolívares de antes
compraste mi regalo un Diciembre.
Y no lo negaré, me sentí
tan grande como un elefante.