Dulce amanecer lleno de las carisias del creador aliento de vida y consuelo
El sonar de los pajarillos nutre mi corazón en cada melodía
Absorbo la belleza de la vida en el pasar de los días
El amanecer es el desayuno para mi corazón y el atardecer el lenguaje de mí ser
Al caer la noche me envuelvo en la gratificación de la creación y expiro de gozo y placer
Agradecido de estos privilegios busco en medio del ambiente una forma de gritar
Halos cuatro vientos el regalo de ser y estar en medio de esta maravilla llena de paz
En medio de la pobreza repugnante y devoradora
Mi alma se nutre y descansa
En el regalo que cada día la naturaleza rebosa por medio de sus riquezas solidarias y conmovedoras