amor c.l.s.

!Es una grandísima pena!

Os voy a contar una historia que yo creo verdadera

pues  rezo el Santo Rosario hace más de una treintena,

y eso es más bonito que usar una metralleta.

Creo que debieran hacerlo en esos paises que hay gue-

rras. Al Rosario yo le llamo mi arma secreta pues no ha

ce daño a nadie y podía evitar las guerras. El Rosario, -

como digo, es una rosaleda y las cuentas y las rosas - -

son amor y también son escaleras para subir al Cielo

las almas buenas. Estas almas sólo queremos: paz pa

ra todas esas tierras que están sembradas de muertos 

!pobrecitas ellas!. Hay niños por esos mundos que solo co

nocen guerras y !cuantos pierden la vida en ellas!

Familias destrozadas por unos tramos de tierra. Yo creo

que es la ignorancia lo que produce las guerras porque

la vida es muy importante. !Piensen ustedes en ella! y

la paz y el amor parece que ya no se llevan. Se siente

uno impotente al pensar en esa contienda y no poder

hacer nada... !es una grandísima pena!