¿Qué hago realmente cuando hablo sobre mi valor por las cosas?, ¿Qué hago en realidad cuando te beso, cuando desnudos se enredan nuestros cuerpos? Y cuando confundo las cosas pensando en la felicidad… Y cuando vislumbro tan sólo ilusiones propias… Todas esas veces en las que abrumada callo, me pierdo en mis sentimientos, En todos mis destellantes pensamientos. Siento hoy todo tan vacío… Mi vida no puede marchar bien sin amor. (Porque cuando el sentimiento es mutuo el ser se eleva sobre rosas llamas, La dulzura de la vida lo acompaña, y esos oscuros espacios son iluminados.) Y yo, yo tengo tanto amor para dar y tan gris está la posibilidad de una recepción… La ilusión se desvanece en mil cuajadas, la transparencia es manchada y no me puedo refugiar. Hoy los tristes tonos invaden mi mente, en mi corazón siento una sólida roca cerca de romperse, mis ojos expresan aquella pureza entristecida y mi alma dejó de florecer; si no hay rosas que pintar, si no hay aromas que hagan deleitar, ni sonrisas que me estremezcan de verdad, ¿Mi vida hacia dónde se dirigirá?... ¿Mis sueños dónde se resguardarán?, ¿Mi esperanza… Mis hirientes esperanzas en qué lugar reposarán?... Y si siempre hay un alma que quiere más a la otra de lo que esta la quiere, pues yo me retiraré y callaré. Yo me apartaré y mi camino seguiré. Yo pereceré… Bajo este árbol con los frutos de mi hechizante soledad. Estado encantador que parezco penetrar, maldito y silencioso proceso que con mi sentir ha de arrasar. Siempre en búsqueda de algo más… Siempre yéndome tan lejos…