Felix Olivares

Grito entre los ecos

Para que se derrita tu coraza de inconciencia y se te caiga la mascara de “Ignorancia”

Hoy se te lanza directo e  hirviente  Lo que trajiste: Desgracia

Desde que importada fue tu negligencia y tus  tergiversados ideales inyectados cual poción deformante en nuestra casa, No se ha detenido tu infección inspirada en el efímero –Y estúpido- control de lo incontrolable

Y continúas deformando nuestras causas, anhelos e ideales

¡No hubo ni habrá tregua! Es el grito retumbante de los diafragmas de nuestras madres

Que aun buscan en los hoyos, en laderas y en las fotos de ausentes que nunca fueron triviales.

¡Nuestra efímera juventud solicita justicia!! Los que antes fueron y desaparecen a tus ojos, mas no a nuestros recuerdos. ¡Quebrantos de ilusiones! ¡Impune sistema deplorable!

Corrompido por los “laureles del éxito” añorado por los imbéciles Neardenthales

Que al admitir  tus acciones se suicidan. Se suicidan y ni se dan cuenta, pues como ola el karma les vendrá un día.

Como ola envolvente retornara la furia de las voces nunca oída.

Y esperamos que ese día todas las voces quieran ser escuchadas

Esperamos tener las agallas para detenerte y expulsarte

Esperamos en un incierto murmullo de novelas no empezadas

Esperamos aquel día como agua de mayo, como exterminarte…

Y finalizo con una frase celebre para los no malinchistas

Una que ha atravesado el tiempo después del  tiempo

Una que agravia el ego de los ciegos activistas

La que resuena en el ombligo que alimenta al lamento:

 

Por la sangre en el polvo y no en las venas:

Dondequiera que nazcas violencia ¡MALDITA SEAS!