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LA vi ASOMADA a la VENTANA de su CASA
...Y en la noche, solo recordar aquel encuentro fortuito del destino a la ventana de su casa, sin poder saber nunca, si en verdad su corazón podrá ser hoy, sentidamente de otro ...
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LA vi ASOMADA a la VENTANA de su CASA:
La vi asomada a la ventana de su casa, después de tanto tiempo e intenté seguir su mirada hasta que finalmente mi suerte cambió y coincidimos, quedando ambos parados mirándonos en silencio a cierta distancia, rememorando por la mente páginas completas de historia, sin tu saber cuánto dolor sintió mi corazón, cuando las lágrimas por tristezas se formaron rodando lentamente por el rostro, mordiéndome los labios para que mi reseca boca no gritara jamás tu querido nombre por tantos rencores guardados por el alma, reflejados en mis ojos al verte en la forma como te vi, tan indiferente para quien no habías visto hacia tiempo, leyendo en tus bellos ojos glaucos, olvido, sí olvido por todo lo vivido juntos, tan solo unos pocos atrás y comprendí que ese adiós no dado en su oportunidad, debería ser ahora en verdad de despedida, porque lo que no nace sincera y sentidamente, no crecerá más latientemente dentro del corazón, unido en vida, por el destino...
La vi asomada a la ventana de su casa y me pregunto, si esa muchacha parada a la ventana del balcón, se acordaría al menos en algo de mí, abriéndoles los brazos como se los abría en el pasado al llegar a casa con una franca sonrisa, diciendo, venid a besarme mujer hermosa, si es que me queréis como me juraste quererme por siempre, donde acudías al llamado rauda para tomándome con tus brazos suavemente por el cuello, susurrándome al oído Tea Amo, dándome ese beso ansiado en los labios, dejándome ver a través de tu trasparentemente ropa de seda, toda la juventud y belleza habida por la mujer amada, dueña y señora de mis amaneceres anhelados al despertar, hacedora de esos sueños por realizaciones sin prisa y con pausas, sobre su pecho desnudo, recorriendo con mis manos cada rincón de piel en tu divino cuerpo, plasmando poesía viva para esa historia, que con añoranza recordé, viéndote asomada a la venta del balcón de tu casa.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 30052013 10:30 AM.