…Son ojos de seres despiertos
No hay palabras
Exactas ni suficientes
Para puntualizar
Lo que de por si
No tiene punto
Ni de partida ni de arribo.
Llega así
Se desplaza y nos desplaza
Y nuestras almas
son plazas llenas de verdades cósmicas
en proceso de integración.
(Quiero saber la verdad de mi alma)
Y usan nuestro barro
nuestra arcilla de palabras,
nuestra tierra virgen
y se multiplican
como constelaciones
Entre tu mente y mi alma
Entre tu alma y mi espíritu (conexión astral)
entre tu ser y mi ser (unidad cósmica).
No hay oraciones exactas
Que puedan explicar lo inexplicable,
lo irracional
Lo que supera la lógica común:
dos más dos= cuatro.
Va mas allá (y en ese mas allá nos encontramos).
Nos sobrepasa
y nos hace mínimos (o máximos).
Puntos cósmicos unidos por constelaciones de poesía inédita
abrazados por metáforas que rompen las formas
(hilos de estrellas)
y rehacen las piezas de barro que somos
(como una pieza arqueológica de una civilización cósmica)
Y cuando salimos de ese estado de luz,
leemos
y nos sentimos espectadores
de ese resultado increíble
(pero yo me siento mínima y te siento máximo
y que recién aprendo a tejer versos)
de poemas hechos de pieles astrales
de alas de ángel
Y miradas de almas ajenas
Creo
que estamos acercándonos lentamente a un horizonte,
que mientras más cerca parece
solo nos deja estelas celestes escritas en papel.
Creo que hay que estar ligero de equipaje
para deshabitarse asi
y mutar conforme te lo dictan
Esos seres, espíritus o avatares que nos poseen y se van
y dejan huella
adentro y afuera;
afuera y más adentro
Parimos y nos dejamos parir
como constelaciones nuevas engendrando estrellas;
escribimos los ecos que se quedaron sin voz;
retomamos voces que se desencarnaron
y flotan
buscando almas donde nacer (como arcilla virgen);
puntas de lápiz y. mares de papel;
cuadrillas de dedos que las plasmen;
espíritus que las desglosen y las compartan.
Seres como tú y yo: ávidos de dar y darse;
sedientos de entregarse;
dispuestos a deshabitarse a fondo
(nos entregamos a la poesía totalmente)
a desnudar el alma.
(es la única manera de entregarla ¡desnuda!);
a prestar el espíritu
y a conceder el cuerpo, las manos y la voz;
a dejarnos llevar en alas de la poesía
a seres etéreos que buscan y tocan a la puerta
(puertas del alma)
del entendimiento,
del sentimiento.
SILVIAKARL