Hostigo la sangre sin
tregua hasta que tú vuelvas.
Creerían que soy crédulo
Mis plantas en el balcón
las nubes por su carretera inmóvil.
El permanecer contante fuga.
Por nombrarte nombraría
el polvo y la ceniza.
La senda, los días
todo es efímero y
solo dura lo efímero
hundiéndose en la tierra.