Impenetrable oscuridad que me sofoca,
en un abismo sin fin me voy hundiendo,
a un averno de horror me han condenado,
a soportar un perpetuo sufrimiento.
Inframundo poblado de demonios,
de fuego inextinguible y de tormentos,
con huestes de maldad llenas de odio
y sin lugar para remordimientos.
Lamentos,quejidos y blasfemias,
maldiciones y viles juramentos,
reinado de Satanás,segunda muerte,
he sido arrojado al mismo infierno.
Las llamas me envuelven totalmente,
todo lo que veo y toco es fuego,
que quema con horrendo hedor a muerte
mi corazón,mis nervios y mis huesos.
Entre el humo de los cuerpos calcinados
y abyectos ojos que se burlan de mi miedo,
mil tridentes de bronce al rojo vivo
van traspasando sin piedad mi cuerpo.
Un agudo y diabólico zumbido
lentamente penetra en mi cerebro,
es mi fiel despertador...que notifica...
que todo solamente fue un mal sueño..