Cuando se encuentran en la noche de un sábado
Y se acarician entre ellas bajo un árbol embriagado.
Siempre queda un silencio que nos aturde
Y embrolla necesidad con desahogo
¡Por eso nos enamoramos tan aprisa!
Es fácil confundir el amor con una buena compañía
Es difícil acompañarnos cuando la soledad nos obliga.
Algunas veces me descubro intentando convencerme
De que son falsas tus verdades, y ciertas mis mentiras
Así cuando me dices que no me quieres, me quieres
Así cuando te digo te quiero, no te quiero.
Porque aunque nuestras soledades son las mismas
La mía te la debo a ti, la tuya, no lo quiero ni escribir.
Por eso no me gusta cuando estás en silencio al lado mío
Porque es cuando te vas a los brazos de otro
Y conviertes mis labios en un lienzo donde
Pintas los besos que añoras con nostalgia,
Esos besos que no me pertenecen
Pero que recibo a cambio de tu cuerpo para mis manos….
Que bello intercambio…