¿Aun he de ocultar la mirada en el poniente?
Tan sigilosa y callada marchas como lucero fugaz
Las flechas de tu ausencia
Clavadas en el blanco de mi corazón
Allí sangran emociones cubiertas en despecho
Esta vez te has marchado en la lejanía
Dejando tus sombras de recuerdos
Postradas a tus huellas
Mis sienes de cristal
Rotos en mil fragmentos
Heridas quedan
Las cicatrices no llegan
Y me arrulla el dolor
Te ame en la inmensidad
Aferrado a la ilusión
En tu ausencia quedan sentimientos congelados
Y mis emociones derretidas en llanto,
Lloro y susurro lamentos ocultos
A mi corazón he de enseñarle a latir
Mis venas se están vaciando de soledad
Heridas profundas
Grabadas en la mente
Los deseos me lastiman
Como escorpión enfurecido
Removiendo los recuerdos
Tú ponzoña en mis heridas
Ahora mi poemas ciegos
Perdidos en noche misteriosa
Destilan frases tristes
Solitario y confundido
He de navegar en los recuerdos
Muriendo lento en las heridas de mi alma