Desde aquel oscuro espacio, te escribo estos versos,
oculto la mirada, me refugio en tu pecho,
pero estos se alejan, no basta en un sueño,
si tan solo estuvieras, tan cerca y no lejos...
te extraño cual rosa, al desdén de su hojas,
tan lentas las horas, ay que me despojan,
mis sombras te lloran, mi alma se agota,
te añoro y aún saben, que es tuya la honra...
los versos sollozan, con tinta en recuerdos,
es duro acostarse, sin nadie, sin complementos,
suplico y no espero, susúrrame lento,
la tumba es tu cuerpo, no sabes, no espero...
Ven a mi lento, y calma mis deseos,
no es justo a que intente, que estes en mi sueños,
suplico a que acuestes, tu alma en mi cuerpo,
segundo a segundo, desaparecen mis ecos,
pues tantas las veces, he dicho ¿Tus besos?
Y pasada las doce, yo aun sigo extrañándote,
en esta mi virgen, mi plena media noche.
Cisneros