El silencio me viene de lejos
cae sobre mí sobriamente
abarcando mi mente y mi cuerpo
con su poderoso manto...
de tiempo.
La soledad es una enfermedad
que abate...
a su paso todo el terreno
donde alguna vez habitara el afanoso labriego.
Como un viento quieto
se posa...
sobre la que hoy es tu casa
tan llena de polvo,
cansada.
Lugar donde yace... el abismo sin tiempo.
Como un veneno
avanza sobre mi cuerpo
me abraza...
con sus ramas de helecho
y pienso...
como poco a poco
se ha ido consumiendo tu cuerpo
como está ahí...
mordiendo tus huesos
en ésa tumba donde reposas
en el abismo sin tiempo.
Arropada como estoy ahora...
en la misericordia de mi silencio
y el tuyo...
sereno.
Sobre la frialdad
de éste mármol
juega una niña que...
de lejos observo
y me recuerda aquel día
que entregué a ésta bendita tierra en procesión...
tu vencido cuerpo.
©Tizzia Holwin 2013
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