Si manipularle ha logrado
hasta el instante,
¡Señora...!
¿qué reclama mujer farsante?;
si no le interesa ser golosa,
¿por qué se siente celosa?;
si en la cama no ha sido bondadosa,
¿qué reclama mujer ansiosa?;
si aún él está en su corral,
¿qué le preocupa actuar?.
No se preocupe...
¡Señora...!,
él solo bebe su miel.
Él no me entrega su alma.
Él se extiende y se aísla.
Él no inunda mi ser.
No se preocupe...
¡Señora...!
él solo me dá la hora.
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