ULISES CAPELO

Pequeñas cosas...

Pequeñas cosas que a tu lado siento,
nacen y crecen en un suspirar,
y de esas tristes miradas perdidas
queda el deseo de amar.
 
He visto al sol viajar entre sombras
y descender por el filo del mar;
he visto a muchos entregar su vida
por un mundo material.
 
Creo poder transportar mi memoria
a lo profundo de tu corazón,
pero mi cuerpo que tan nuevo está
sólo en tus brazos perderá su espesor.
 
Di si entiendes la angustia de un loco,
la fe ciega en un sólo amor,
como las flores creen en el período
en que renuevan su esplendor.
 
        *         *        *
 
Noches de miel añoradas por tontos,
penas sin ser, sin una razón,
son los ensueños que sueño y que forjo
porque creo en el amor.
 
        *         *        *
 
Y en un mar de negros cosmos,
prisioneros del dolor,
cercana está la dicha eterna
en un tierno corazón.
 
Sé donde puede existir por siempre
infante un soñador,
sé donde puedes tú desnudar tu ser
y vivir una pasión.
 
Viejo placer desconocen mis ojos
carne que es vida, ya sin sabor,
hoy para mí hedonista y loco
la carne es un castigo.
 
        *        *        *
 
Siempre perfecta quisiera verte
entre las flores, montañas y mar,
dándole vida al triste horizonte
de ignorantes de la vida.
 
Con mil siluetas de alegres colores
regando esplendor sin descansar
hasta en lo absurdo del oscuro miedo
yo te quisiera encontrar.
 
Del azul del cielo embarraras tus ojos,
claros misterios seductores de amor,
distintos versos escribirían mis manos
sobre el tiempo que nos quedó.
 
Heme aquí macabro canto,
verdadero amor siento yo,
repetiría mi risa contenta
por ti mi tierna flor.
 
         *         *         *
 
Hasta en la sombra de pasados remotos,
en la soledad de la eterna muerte
te encontraría alegrando mi suerte
y no me cansaría de amarte.
 
         *         *         *
 
Más rayándote en el viento,
dibujándote en el mar,
aprisionando tus bellos recuerdos
no me cansaría de amar.
 
Aún teniéndote tan lejos
pero cercada en mi interior,
dándome solo flaqueados alientos
yo creería en tu amor.
 
Como el viento veraniego, en tu otoño
regresaría a golpear tu corazón
trayendo más cariño y contento
que detendrían al mundo.
 
         *         *         *
 
Divina tu alma, sin mágicas ropas
la llevo en mi gigante ilusión,
y en ilusión viviría contigo
de la realidad más allá.
 
Construiríamos un fuerte imperio
deshacible a la envidia y maldad,
perpetuo hogar de humildes sentimientos
que crearíamos al amar.
 
Eternizaríamos nuestro amor y vida
en mil recuerdos, nuestros niños y una voz,
que esparcirían por mundos enteros
la creencia en un sólo amor.
 
Hasta entonces, las estrellas amarán
un ideal, un sueño y un Dios,
y si la gente camina sin ganas
valorarán nuestra unión.
 
         *         *         *
 
Es menester dilatar nuestras almas
a los espacios de la sinceridad
creyendo en un complemento a la vida,
en un eterno amar
 
         *         *         *
 
Emerjo mis ansias más del fondo,
te amo más a ti y amo más a Dios;
pequeñas cosas que a tu espalda yo forjo,
tú mi pequeña razón.
 
Vendita fue la única mujer
que dio la vida a un redentor,
divina tú que inconscientemente robas
el tiempo de un soñador.
 
Contigo todo sería tan distinto,
amaneceres, noches llenas de calor,
horas de espera que fueron lo justo,
que el destino escribió.
 
Pero frente a todo lo no deseado
viviría mi realidad
con tu imagen, eterna idea fija;
tu dicha es mi dicha.