En lo profundo de tu vientre, mi alma reposa.
Cansada de vagar entre nosotros, tú, el mundo, las tinieblas,
los otros.
En tus senos tranquilos, mi cabeza reposa,
llena de pensamientos, que buscan respuesta en el palpitar del tiempo.
En tus manos abiertas, mi pecho angustiado se oprime,
sin saber si la entrega, será reciprocada.
Vacilante, me niego a seguir esperando
el futuro incierto que desgarra,
entre tu vientre, tus senos, tus manos.
a este corazón, que de nuevo, en el recuerdo,
¡desesperado late!