Que no se apague tu melodiosa voz, que nunca acabe tu canto, que siempre pueda escucharlo, las dulces palabras que salen de tus labios.
Que no se apaguen tus ojos dejándome en la oscuridad, hagamos hasta lo imposible por hacer durar la felicidad.
Que no se vuelva muda tu risa, risa que me llena de alegría, que nadie apague las llamas de tú amor, que nunca pierdan tus brazos el calor.
Que no se apague la esperanza y que no se pierda la fe, te juro que sin ella no sabría qué hacer, que no se apague la pasión, pues ella le da vida al corazón.