Vivo erguido, de pies, con el alma de rodillas,
Fingiendo ser sólo fuerte y no llorar a seguidas,
Porque necesitan un guía fuerte en ésta vida, quien
Finja ser sólo fuerte, sin lágrimas en sus mejillas.
Una sonrisa fingida, que de paz a sus vidas,
Que les permita crecer al amparo paterno,
Dándoles frio en verano y calor en invierno
Sin dejarles ver cuán profundas heridas
Van grabadas en mis manos y en mi alma partida.
Fuerte como el madero
Que dé’ apoyo a sus pasos
Les voy extendiendo los brazos
Por éste duro sendero
Quiero que crezcan fuertes
Como un diamante en bruto,
Mientras tanto disfruto
Del sudor de mi frente
Duerman hijos tranquilos
Papa’ vela sus sueños
Por ustedes no duermo
Y Con amor los abrigo