Perdóname este otoño,
mis hojas que lleva el viento,
las canas que voy ganando,
las fuerzas que voy perdiendo,
perdóname mis nostalgias
ahora que me hago viejo,
perdóname que me entristezca
cuando me miro al espejo.
Perdóname que me olvide
mis pájaros en pleno vuelo,
perdóname que abandone
mis lágrimas en un pañuelo,
perdóname si mi barco
nunca se ancla a tu puerto,
perdóname mi princesa
que se marchó a otro cuento,
perdóname la belleza
que se le niega a mis versos.
Perdóname mi vida insulsa,
mis dolores en secreto,
mi camisa sin carmines,
mis bolsillos con remiendos,
perdóname mi angustia,
mi cárcel y mi convento,
perdóname la triste historia
de mi pobre sentimiento.
Perdóname la osamenta
de mi estúpido esqueleto,
el naufragio de este hombre,
el fracaso de sus huesos.
Perdóname si te confundo
a veces con mi deseo,
con la fiebre de mi carne,
con la leña de mi fuego,
perdóname si con mujeres
quise tapar agujeros,
los huecos de mi amargura,
los pozos de mis desvelos,
perdóname mi locura,
la luna de mis anhelos,
perdóname que en mi altura
nunca despunte un lucero,
perdóname si mis cuentas
siempre acaban en cero,
perdóname las inmensas
ganas de verte el plumero.
Perdóname si en mi mayo
nieva como la hace en enero,
perdóname si mi sol
sólo da rayos de hielo.
Perdóname la soledad,
las rosas que no te entrego,
la sonrisa que me guardo,
los años que mata el tiempo,
perdóname mi flor sin lluvias,
tu agua que nunca bebo,
perdóname mi mar sin olas,
perdóname mis ríos secos,
perdóname que no te alumbre
la llama que llevo dentro,
tú eres la única sombra
que da luz a mis silencios.
Soy como un ángel sin ojos
que no puede ver el cielo
que cuando bate sus alas
no se levanta del suelo,
por eso para mirarte
te busco en mis adentros,
por debajo de mi sangre,
en los baúles del sueño,
perdóname si al soñarte
lo hago siempre despierto
porque no quiero dormirme
con el corazón abierto.
Perdóname si al tocarte
me equivoco de cuerpo,
perdóname si te beso
en unos labios ajenos,
perdóname que te llame
por un nombre que no es vuestro,
perdóname que te escriba
a unas señas que me invento,
perdóname si en las calles
contigo nunca tropiezo,
perdóname si a mi lado
está vacío tu asiento,
perdóname que te quiera
igual que quieren los muertos.
Perdóname, AMOR, perdóname
si te busco y no te encuentro.