Siento que te estoy perdiendo,
como te alejas de mí.
Nunca pensé en el infierno,
ahora lo tengo aquí.
Me quema por dentro, quema,
el corazón encendido,
por las llamas de la pena
en la angustia del olvido.
Me quema por dentro, quema,
arde el amor que quedó.
Arde la sangre en las venas,
como un volcán que explotó.
Queman los chorros de lava
que inundan todo mi ser.
Sin tu amor no queda nada
donde se pueda crecer.
De las ardientes pavesas,
si alguna vez las remueves,
saldrán rescoldos en llamas,
preguntando si me quieres.
Si no es así...
¡Oh Dios mío!
Deja quieta las cenizas,
si con tu cálida brisa
vuelves a encender el fuego,
con otro incendio no puedo.
Mel