Creyéndonos mejor dotados
menospreciamos el antaño
osando criticar los errores
de nuestros antepasados.
Mas hemos de reconocer
nuestra convicción humana
que como nuestros antecesores
también por la vida vaga.
Amores y desamores,
poder y pobreza,
lealtad y traición,
salud y enfermedad,
envidias o indiferencias
nos amargan o nos alegran.
Al final la vida se repite.
El teatro, del pasado no difiere,
sólo cambian los actores
y la forma de expresarlo.
Respecto a las emociones
ya está todo escrito,
ya todo está pensado,
sólo cambian los tiempos,
pero no los sentimientos
Autora: Escapitina
Luisa Lestón Celorio - Registrado