Para que mentirte,
para que sonreír,
si mi sonrisa es tan falsa,
como la agonía en tu pecho que dices sentir.
Mi mundo se ha vuelto opaco y gris,
me lo repite a diario el espejo,
ese fantasma sin sentimiento
que no sabe mentir.
Yo estoy triste
y tu estas feliz,
para que mentirnos
si esa es la verdad
y ese es mi sufrir.