Se dice adiós desgarrando el ser
sacando del corazón las esperanzas,
se pierde vida, crece el silencio
que se enraíza y florece en el alma.
Ya no crecerán en los huertos los rosales
ni abrirá en el cielo sus alas el pájaro azul
ese mismo cielo se teñirá de grises velos
todo, todo será silencio, soledad y miedo.
Miedo de no poder marcar el paso del olvido,
miedo a temblar frente a los recuerdos,
de llorar junto a ellos abrazando la añoranza
y regando con lágrimas las negras flores
que crecerán día a día con la ausencia.
Se dice adiós, y el olvido nos abraza
con sus brazos eternos de noche oscura.
Se dice adiós y crece frío en el alma
Grita el silencio y su eco se aloja en la nostalgia.
¡Soledad…soledad…!