Racionalmente, peldaños que se dirigen, en forma de escalera, hacia un destino mejor.
Abstractamente, reconexiones con ese ser fuerte que habita en nuestro interior.
¿Avanzamos? ¿Retrocedemos? ¿Estamos siempre en el mismo lugar?
¿Sobre qué eje nos movemos? ¿De qué sitio hablamos?
-¿Dónde habitan nuestras emociones?
- ¿En la psiquis? ¿En el Alma?
- Términos vacíos, amorfos, impalpables
¿Dónde se guardan? ¿Dónde?
¿Qué son? ¿Qué serán?
Quizá reacciones a estímulos inescrutables,
Quizá energía predadora del infalible Cosmos.
Hasta allí llega la ciencia y su raciocinio: el abismo.
¿Pero quién se arrojará en él? ¿Quién navegará más allá de toda la piel? ¿Quién daría su vida por unos minúsculos instantes de infinidad?
Quizás un demente cansado del juego de las carnes...
Emanaciones reconociéndose a sí mismas en un Universo perfecto, aunque sobrio e indiferente.
-Quien quiera verdad, pues que la busque-
Aunque la muerte allí está... mostrándonos el fuego que hará cenizas nuestros ilusorios tormentos...
Y la puerta está sin llave.