Ya debería estar acostumbrada
a las barreras que hacen se llegue
otro sábado de desilusión inesperada,
cancelaste nuestra cita nuevamente
ésa que esperábamos impacientemente,
argumentando exceso de trabajo,
cansancio y no sé cuántas otras cosas más.
Así que, respiro profundo...
"tranquila meny, tranquila" me digo a mi misma...
"ya habrá otros sábados que compartir..."