He ausentado mis versos dulces y frágiles,
De esta noche fría y constelada,
Han ocultado mis sienes las horas de ausencia;
¡Aun sigues dormida en los recuerdos!
Ya se fueron los meses de otoño
Marchitos en esta lejanía;
esa sonrisa y rosada mejilla
Mis ojos ya no han de divisar.
Ruidoso estrellar merodean mis ojos
Y el pecho aturdido en silencio
Aclama tenerte en brazos;
Con dos simples palabras
Un “Te amo” a tus oídos.
Lejanía sigilosa,
Arrullado en soledad,
Y la ausencia de frases
En triste despedida,
Aun no sé si guardas
Mi semblante en tu memoria.