Diciembre, mes de fiestas, de alegría,
De recordar el nacimiento
De Jesús, nuestro Señor.
Mes de regalos, de caras felices,
De niños sonriendo esperando
El ansiado presente.
Luces por doquier, pinos enormes
Decorados hermosamente
Por toda la familia.
La familia, hermosa palabra,
Pero que no todos tenemos
La dicha de poseer.
Otra navidad que bajo el árbol
Quedara la muñeca abandonada,
Otra navidad sin poder abrazarla.
Si, ahí estarán los sobrinos,
Adorados por todos, sonrientes,
Los amo a todos ellos.
Pero ella no estará, Mi hija no estará,
No la podre abrazar ni entregarle su regalo,
Ni decirle que la amo.
Y el día 31, a brindar por el nuevo año,
Abrazos, buenos deseos, las uvas,
Y de nuevo escuchar “El Brindis Del Bohemio”;
“Por mi Madre bohemios”,
Grito desgarrador que parte el corazón.
Voltear a ver la silla vacía, encender una vela,
Decir una oración y pedir a Dios por ella,
Que la tenga en su santa gloria.
Sabemos que está con él, que ya no sufre,
Pero no deja de doler que haya partido,
Cuanta falta nos hace.
Y después, a continuar con nuestra vida,
A pelear por recuperar lo que nos quitaron,
Y recordar a quien ya se fue.