Víctor Callirgos

Este Amor

Bueno, está inspiración, como sabes,

tiene sus raíces en ti.

No hablaré de tu pelo ni de tus labios,

no me detendré en tu dulce mirar

ni en tus suspiros que evocan

el cierzo salobre del mar.

Poco diré de esa cadencia

que eleva tus senos al respirar

y me negaré a hablar mucho

de tu piel de nácar sabor a sal.

Haré lo posible por no detenerme

a recordar tus huellas sobre la arena

ni del impacto de tu sonrisa

cubriendo de paz mis horas de mal.

Intentaré callar aquella manía

de sembrarme flores en el jardín,

de levantarte por las mañanas

rociándome el néctar de algún jazmín.

 

Esta inspiración, ya sabes nace de ti;

pero yo no quiero hablar así,

ni trivial ni extraordinario

o pretensiosamente original;

porque no hay palabra comparable

y sería insensato, alma mía,

verse de ti, luz de mi vida,

con estos escasos dones de poesía,

intentando explicar lo inexplicable,

el gran misterio de nuestra unidad,

este amor y su fuente, nuestra verdad.