Cuando todo atardece, y se dora la parra
recuerdo aquellas tardes de septiembre doradas,
entre tablones álamos y humos cenicientos
¿Cómo seria yo después?recuerdo que pensaba
Solo se que yo (el duende pequeño)
he venido a robarte
y eres tu quien me das
esas horas, que a ti se te figuran como una eternidad,
y a mi tan breves
Esas horas que la vida dispersa,
como agua en un cesto
y como yo vanamente
trato de retener con mis manos
El juego, los disfraces
los sueños, como un muñeco roto
serán los recuerdos guardados de los años.
Te estreche entre mis brazos
si alguna vez sufres, ¡y lo harás¡
por alguien que te amo y te abandona,
no le guardes rencor, ni le perdones,
en el amor, el perdón es solo una palabra
que no se aviene nunca al sentimiento.
Así que cuando sufras!y lo harás¡
por alguien que te quiso,
y que te amo
acúsate a ti mismo
de su olvido.
Despertare del recuerdo
retirando las flores muertas
el viento helado y bronco, que es el viento del pasado
trae sus hojas secas, mientras observo
el sepulcral avance del mar sobre la arena
trayendo los troncos viejos
hierros algas
y juguetes rotos,,,,,