Noté que un algo
escalaba mi médula
un fantasmal calambre prodigioso.
Extraña sensación de espinas en los huesos.
Toque el césped ardió la carne.
Lluvia de labios espíritus de dorsales.
Vi precipitarse papel picado.
Los truenos en las glándulas ajenas.
Vagones de erizados cuerpos
perseguidos por nubes de ojos.
Las venas a filo de luz.
A lo lejos en lenguajes de señas
ubico mis latidos dentro de mi cuerpo.
Sin alas sin sombras.
Este azul lejos de los mares.
Mis parpados con signos de pasión.
Los pájaros aterciopelados
en banda detrás de
esta jauría de entidades atléticas.
El azufre en los pétalos labiales.
Me abrí, la respiración al sur
a mi costado otras vidas hilvanándose.