No le cortes las alas al humilde gorrión.
No le cortes las alas al hermoso ruiseñor.
No se las cortes no,
que aun siendo el uno humilde y el otro señor,
han nacido para volar los dos.
Enjauladas las avecillas,
de tedio se estremecen
mientras sus alas se entumecen.
El ritmo de sus corazones se ralentiza.
Se atrofian sus mentes
y sus ojos se ciegan
dejando en oscuro sueño
sus almas sumidas.
Sin libertad, sus existencias se pierden.
Al final, lentamente se extinguen sus vidas
sin poder dar provecho a los grandes dones
con los que han sido concebidas.
No será a ellas, no,
a quienes Dios les pida cuentas,
será a sus opresores
por negarles su libre albedrío
para regalarnos sus deliciosos trinos
y el colorido de sus plumajes
de belleza henchidos
Autora: Escapitina
Luisa Lestón Celorio
Registrado: Tomo-BAZAR DE SENTIMIENTOS