¿Para qué recoges tus cosas si vas a volver?
¿Dónde meterás tantas palabras mal dichas?
¿Cómo hablas de olvido y no dejas de querer?
Sé que me tomas en serio y no te encaprichas.
¿Para qué sigues adelante si me sabes atrás?
No trates de avanzar si sabes que soy tu piso.
¿Por qué hablas de amar menos si ya es más?
Sé que deseas quererme como nadie me quiso.
Ya no me cuentes cuentos de tus viajes de ida
porque tú y yo sabemos que estarás de vuelta.
Aquellos sentimientos prisioneros en tu vida
conmigo tienen libertad y van a rienda suelta.
Cuando te vas y yo sé que luego a mí regresas,
te me tornas por momentos un poco predecible,
pues sé que sigue siendo mi boca la que besas,
que hasta en sueños es el camino más accesible.
Entonces no me hables de finales, ni de verdades,
cuando tu única verdad es que con todo me amas.
Sé que soy tu hacedor de sueños, el de realidades,
aquel por el que en instantes de éxtasis tú clamas.
No puedo aceptar que me vengas hoy con cuentos,
en cuanto a tu sentir no oses hablarme de muerte,
tienes un alma amplia que guarda tus sentimientos
y por eso no dejas de quererme... ni yo de quererte.
Pasa la página de tu historia, ésa en la cual mientes,
porque al decir que me olvidarás tú estás mintiendo,
cuando gritas a todos que no es amor lo que sientes,
sé que no es lo mismo que tu corazón está diciendo.
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