Mi sangre es vuestra, al igual que todo mi sexo, fémina concupisciente,
mi boca es tu cáliz, donde puedes beberla sin solicitar mi consentimiento.
En un féretro con el interior tapizado de un fino terciopelo rojo,
tenemos relaciones sexuales entre sangre, lúgubres huesos y arañas negras.
Tu piel es mi indumentaria, hasta extirpar todo rastro de téjido humano.,
en la noche fría, donde la porfia del aire con los árboles vetustos crujen,
truenan como dientes de esquizofrénico en pánico.
Hacerte el amor, en cada hueco donde residian tus ojos,
con un público nimio, rodeado de moscas y cadáveres de algunos malnacidos.
La sicalípsis me ha poseído, y ahora lo único que añoro, es que grites,
hasta que el semen de la luna cubra todo tu vientre. Hasta que despiertes, en la tierra de Hades,
y recuerdes, que la vida, fue solamente un sueño.
En un beso, un acto de sexo, fútil como tu bello cuerpo...
Black Lyon.