Esta noche abriré mis brazos
de pulcritud preñados.
Tus ojos miraré
y quedaré atrapado en ellos.
Al sentir la presencia
de tu boca,
tomaré su aliento gota a gota.
Con la humedad de los labios exploraré
tus más íntimos
senderos,
tan recatadamente velados.
Al estar junto a ti
la sangre se anuda en mis venas,
haciéndome
estremecer de lascivo frenesí,
al compás
de tus pícaros arrumacos.
Amorito mío
acepta mi fluido de la vida,
en tu exquisito fruto
celestial.
donde desfallecido y satisfecho
quede mi espiritu.
bambam