No sabía lo mucho que te interesarías por mí, hasta aquel día
Estaba contenta, cantando, escuchando una trompeta, hablando y riendo
No sabía lo que estaba a punto de ocurrir, se acercaba la hora, de mi hijo morir
En un segundo, se explotó la llanta de mi carro y no hubo tiempo de pensar
Aun no recuerdo todo, porque me pegue en el impacto del carro, al vueltas dar
No conté las vueltas, no vi a mi sobrina, ni vi a mi niño salir por la ventana
Mi hijo se había enredado en el cinturón y mi hermana estaba herida y sangraba
Mi hijo se ahogaba con su sangre; recibió tantos golpes fuertes en su cabeza
Sus piernas enredadas, su cabeza abajo, mallugada con los golpes del carro
Se me moría mi niño, sin verlo, yo lo sabía, su corazón ya no palpitaba y el sufría
Mi hermana arrodillada en el suelo, clamo a ti Jesús, al ver a mi hijo sin vida
Y al instante su corazón empieza a palpitar y ella empieza a cantar de alegría
Mi sobrina está bien, le duele la cadera por el golpe, al caer en la carretera
Yo le cantaba una canción a Dios en el carro y mi hermana también, afuera
“¿Quién nos puso a cantar en un momento así?”; siempre me preguntare
Las chiquitas llorando en el carro, pero ninguna herida tienen; ellas están bien
Solo un segundo tuviste para hacer tu milagro, para revivir a mi niño
Mi familia has cuidado y a cantar nos pusiste, en este accidente tan malo
Sabias lo que pasaría, antes de yo darme cuenta, lo tenías todo bien calculado
Con tu mano guiaste el carro mientras daba vueltas y pusiste mi sobrina en el piso
Guardaste a las pequeñitas y escuchaste el clamor que mi hermana a ti hizo
A mi niño le devolviste la vida, mientras para calmarme, me pusiste a cantar
Todavía no entiendo, ni entenderé, pero por siempre, las gracias a ti yo daré
Porque pudiendo haber muerto todos, aquel día, hoy vivimos
A ti sea toda la gloria, toda la honra, por todos los siglos, amen