Alma Erótica José Luis Agurto Zepeda.

\"Chat de un enamorado\"

 

(Managua, 27 de junio 2013)

 

Ella:

Él:       Ahora amiga, que tengas dulces sueños y recuerda que yo te acompañaré en tu vida, siendo como quieras que sea y donde quiera que quieras.  Besos.

 

Ella:

Él:       Yo estaba comunicado contigo, jamás te separaste de mis pensamientos.

 

Ella:

Él:       Quise ser el primero en despertarte; porque quiero enviarte el primer mensaje que leas al amanecer y el último que leas al acostarte.  Que tengas un día radiante mi amor.

 

Él:       Amor, discúlpame que sea tan necio al teléfono; pero, ya que no puedo verte, al menos ansío escuchar tu voz, esa tu risa, cual cascada a los oídos de un sediento.  Perdóname mi amor por amarte tanto y extrañarte en todo momento.

 

Él:       Hola mi caramelo con miel.  Amanecí con tantas ganas de libar de tu boca, y decirte en ese beso, todo lo que me provocas; mujer, provocativa y pecadora, que llevas en tu carne, la pasión y el deseo, la ternura y el placer.  Llevo grabado tu nombre bajo mi piel.  ¿Cómo he de reprocharte entonces, el que me tengas atrapado en tu ser?   ¿Si sólo pienso en ti mi amada Isabel?

 

Ella:   

Él:       Espero lo reconozcas mi amor, porque nada me haría más feliz en este momento, que ser el guardián de tus sueños; visitarte y amarte, como lo estoy haciendo hoy despierto.

 

Ella:

Yo:       Sabes que es cierto.  ¿Cómo he de callar lo que me quema por dentro después de probar tus besos?

 

Ella:

Yo:       No seas ingrata, no me pidas eso.  Si después de probar de tus mieles, quedé absorto y cautivo de tus caricias, de tu beso preso.  Que  lo olvide mi vida, que lo ignore, no me pidas eso, no me pidas eso.

 

Ella:

El:       ¿Acaso no entiendes que la juventud no reconoce lo verdaderamente intenso? Joven corrí tras espejismos engaños y no supe ver en ti, esa fuente de vida y todo, todo el amor que me ofrecías.

 

Ella:

Él:       No son palabras las que en este momento es necesario que abunden; busca dentro de ti y sin muchas palabras dime si a este amor soy correspondido.

 

Él:       Tu silencio me angustia, pero si prefieres guardar tus sentimientos, yo lo comprendo.  Si es necesario seguirte amando como a mi amiga, le mentiré a mi corazón y te amaré de tal manera, que no encontrarás mejor amigo sobre la tierra.