Agüita de lluvia, fresca y cantarina,
me haces recordar, aquel lejano día,
cuando las gotas de lluvia, al tocar la ventana,
entonaban una melodía.
Y al calor del fuego de una chimenea,
en torrido romance, entre dos corazones,
la llama del deseo y la pasión ardía.
cuando a raudales, en el tejado,
el chubasco caía.
Agüita que caes del cielo, dulce y cristalina,
con tu cálido aroma, envuelves a mi alma,
en el fugaz recuerdo,
de la humedad de unos besos,
mientras la lluvia caía.
Claudia Alhelí Castillo
27-06-13