Liel

Invisiblemente …

 

 

 

Cada día me acaricias

con suavidad y ternura…

Pero invisible eres

y yo no puedo tocarte.

 

El susurro de tu dulce voz

deleita mis oídos

y tus dedos de rosa

por mi cuerpo

comienzan a deslizarse.

 

Eres para mí

algo tan grande,

que habita en mi alma

y en mi carne,

que va más allá del todo,

del lejano horizonte largo

e intocable.

 

En bandada de sueños

me llega tu nombre

y crece en mi pecho

todo el amor a golpe.

 

Ay amor! Tal vez

ya no debiera amarte tanto

y  comprometerme

a olvidarte…

 

Pero cómo hacerlo

si tu beso me toca el alma

cada tarde

y tus caricias me rozan…

Invisiblemente …

Sin yo poder palparte.

 

 

 

Liel