Y caminó mucho tiempo
apoyada de una vara,
pasó por ríos y cañadas
hasta que llegar a la montaña
Caminando sin dificultad
se trepó hasta lo más alto que había en ella,
ahí, ahí donde el viento enfría por la altura
Y al ver el horizonte, se agacha la mirada.
…descubrió que llevaba mucho tiempo sola
con figuras invisibles se movía,
sombras que no veía pero las miraba
que por la necesidad de idealizar
se inventaba momentos idílicos,
-Su memoria era la que los fabricaba –
A pesar de las ansias
pero con fe guardaba la esperanza
dentro de su corazón,
aún así quería saber que buscaba
que era lo que deseaba
… para seguirlo buscando.
Llevaba sembrada la semilla
de la fuerza
sabía que valía la pena
¡estaba renovada!
esa, tan sólo esa
que ya se lleva dentro del alma…
que hace que su vuelo sea libre
en el mañana…