Mientras yo desespero
Sin ver tus letras en la pantalla,
De pronto sutilmente llegas sin pensarlo
Abrazas mi alma enamorada
Me tomas y apagas la luz y mi fuego
De manera sutil y encantadora con tus dedos
Humedeciendo mis labios suavemente
Tocando el fondo sin descanso
Mientras el amanecer
Nuestro cómplice de versos nos acompaña
Haciendo gala de su magia
Y con el encanto del amor
Que existe en el alma
Como tenue velo de pasión
Mientras el ritmo de nuestras almas se agita
Y nuestros lienzos intensamente
Se desplazan en el mar de sabanas blancas
Tejidas con tus letras y las mías
Y desde ahora cómplices
Del secreto de nuestra entrega
Y tú dulcemente susurras a mi oído
Que amaneciste escuchando
Que mi amor rondaba tu lecho
Y que me besabas con el rumor del viento
Que se pierde en mi dulce mirada
Y así vamos navegando en el mar de locura
Y terminamos con sonrisas en los labios.