Búscame, me declaro culpable...
culpable de tus ardientes deseos;
responsable de todo aquello que sueñas,
de tus prohibidos y secretos anhelos.
Culpable de esta locura infinita,
que nos arrastra a un precipicio eterno;
donde nos amamos una noche sin fin,
en una danza de pasión y fuego.
Búscame, me declaro culpable...
culpable del volcán de tu cuerpo,
causante de esa lava que hierve y rebosa
esperando el anhelado momento,
en que nuestras pieles desnudas se encuentran,
en que naufragas en mi mar, en silencio;
en que derramas tu esencia en mi ser,
mientras tus caderas bailan al son del deseo.
Búscame, me declaro culpable...
culpable del ardor de tus sueños.
Dejaré que me aprisionen tus brazos,
mientras me roban el aire tus besos;
dejaré que me rasguen la piel tus caricias,
mientras me azota el vendaval de tu cuerpo.
Soy culpable, lo entiendo y lo asumo,
castígame con tu amor, lo merezco;
Soy culpable, por eso, hazme tuya...
ese es el único castigo que quiero.
Adoración Medina
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