Vuela por el prado,
se desliza, suavemente,
casi rozando, casi besando,
mis ojos sobre tu piel.
Susurra,
sol sin sombra,
creando cada espacio,
lleno de mi memoria.
Estas ahí,
piedra y preciosa,
sin mundo que exista,
para mas de dos personas.
Con el silencio
en la punta de tus labios
y un abismo
dilatado en tu mirada.
Un grito rompe el sueño
dejando caer las estrellas
que iluminan el final
y el firmamento.