Tú, allá en el mar placentero
Poblada con brisas de trópico.
Yo, acá, en la sierra armoniosa
Bebiendo albas y frío.
Mi señora, mi niña: Tú
Durmiendo tal vez a medio poema
Llevando tu amor sierra arriba.
Ambos cantamos el mismo canto
Y lloramos la misma queja
De molinos arrastrados por el viento.
¿Crees que alguna vez uniremos
Nuestras huestes de penas y alegrías
Para formar un solo canto?